No obstante, resucité tres minutos después. Pero fue una experiencia única. Al morir, viajé hacia la luz y al acostumbrarme al resplandor, pude darme cuenta de que estaba en el Cielo. ¿Que cómo lo supe? Muy Simple: A mi lado se encontraba un ángel (De hecho causante de mi muerte). Si bien se trataba de un Ángel Oscuro, era un ángel al fin y al cabo, con toda su hermosura, fortaleza y magnificencia características. Sobra decir que recordaré por siempre este fin de semana, pues no todos los días se conoce a un verdadero ángel. Aaaay, creo que aún sigo en las nubes...
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