Cruz Azul luchó. De eso no me quedó duda. Pero enfrente tenía a un Monterrey inspirado por la reciente desaparición del que fue un jugador sobrasaliente para ese equipo. Y jugó con el corazón, además de con idea. Todo el Estadio Azul le brindó su apoyo a los cementeros, sin embargo en esta ocasión no fue suficiente. Después de un primer tiempo de infructuoso dominio azul, como si fuera una película, el hermano del fallecido Toño DeNigris abrió el marcador. Hay quienes dicen que su hermano lo ha estado guiando todo esta liguilla. Eso no lo sabremos. Lo que sí sabemos es que Aldo DeNigris ha tenido un cierre soñado y guió a su equipo al campeonato. Cruz Azul reaccionó, prácticamente empujado por su gente, su estadio, su orgullo herido. Pero el empate momentáneo que consiguió no fue suficiente. Volcado al ataque, en un descuido, un contragolpe mortal le clavó el 1-2 del que ya no se levantaría. La liga es rayada y Cruz Azul se queda en la orilla nuevamente. Cuatro finales perdidas en dos años. Veámosle el lado positivo: 4 subcampeonatos. Pero la gente cementera, esa del corazón azul, todavía anhela una nueva estrella; esa que esperaba hoy, pero que un ángel rayado se las retrasó, por lo menos seis meses más. 
El inicio del partido. Cruz Azul en elTeamback y al fondo su porra animándolos
El dominio azul fue infructuso en el primer tiempo. Dos pelotas pegaron en el traveseño, pero no pudieron meter gol.
Después del quasi fílmico gol de DeNigris, Ortiz empató parcialmente reviviendo las esperanzas Cruzazulinas de remontar.
Al volcarse al frente, Cruz Azul estaba expuesto a lo que finalmente ocurrió: un descuido en la zaga y el efectivo goleador chileno no perdonó, dando a los regios su tercer título de la Liga de las Américas (Fotos 2-4: record.com.mx)
