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sábado, 13 de febrero de 2010

¡¡¡No, por Dios!!!

¡¡¡El Mysterio Latino le va al América!!!!
Bueno, eso explica muchas cosas...=) =)
Pero bueno, eso es respetable (creo). Lo puedo tolerar. Y eso que yo le voy a Universidad Nacional, como todos bien saben.
Sin embargo, aparte del susto que me provocó el leer el post anterior del Latino y darme cuenta de que es americanista =) también me puso a reflexionar un poco.
Si bien es cierto que a Don Salvador Cabañas se le desea lo mejor de lo mejor, que se recupere pronto y totalmente, también es verdad que es triste que sólo porque es una figura pública se le ofrezca toda esa atención tanto de medios, como médica y guvernamental. Y no es por mala onda, pero ¿cuántas personas son asaltadas o agredidas y nadie hace nada? ¿Cuántas personas van al hospital y no son atendidas por mil y un motivos? ¿Cuántas personas solicitan atención de los medios y ni los reciben?
Es algo sumamente triste que tengas que ser alguien famoso para que te tomen en cuenta y te ayuden. Pero en fin, creo que esa situación es un reflejo de nuestra sociedad actual, en la cual, las diferencias entre los ricos y los pobres son cada vez más abismales.
Se cuidan.

domingo, 29 de marzo de 2009

Mi hora de la Tierra


Faltando 1 min para las 8:30 (Hora del centro de México) terminé de apagar las luces de mi casita dispuesto a contribuir a la Hora del planeta 2009, iniciativa de la organización para la conservación de la vida silvestre conocida como WWF por sus siglas en inglés. Al hacerlo, noté que las luces de mi edificio seguían encendidas. "Bueno.."dije "Alguien debería apagarlas". Al decir eso recordé un comercial del IFE, algo tonto por cierto, pero que en ese momento me hizo llegar a su misma conclusión: "¿Pero si no la apago yo..¿Quién?" Así que en un acto totalmente raro en mí, salí del depa y con la pena apagué las luces. Ya me iba contento con mi acción cuando caí en la cuenta de un pequeño detalle..."Bueno, en realidad el edificio está muy oscuro...¿Y si alguien llega en este momento...?" Y dicho y hecho, en ese momento llegó una familia con abuelita incluida. No me quedó de otra más que abrirles y alumbrarles su camino hasta su depa (Obviamente había llevado mi celular-lamparita para apagar las luces). La abuela se quejaba "Es sólo una hora mamá" le explicaba su hijo. Suspiré. Sin darme cuenta y sin que nadie me lo hubiera pedido me convertí en el cuidador del edificio a oscuras. Y la situación se repitió otras cinco veces, en las que tuve que alumbrar a otros vecinos en su camino obteniendo todo el espectro de respuestas, desde la ligera molestia de alguna vecina hasta el agradecimiento de otros, pasando por la sorpresa de uno que intrigado me preguntaba "¿No hay luz?". En fin, una de las horas más raras de mi vida, pero quiero pensar que sirvió para algo. Al iniciar, 6 depas no contribuyeron, pero en el depa de la señora que se medio molestó escuché varias voces hablando sobre el tema ¡Los había hecho reflexionar por lo menos! Y media hora después, apagaron sus luces. Bueno, por lo menos lo que hice sirvió para algo. Ese fue mi granito de arena. Espero que casos parecidos se hayan registrado en otras partes. Tristemente, mi estadística local indica que 5 familias de 24 no hicieron caso del llamado. ¿No les importará nuestro planeta? ¿O será ignorancia? Lo que sea, ojalá que algún día recapaciten y se concienticen. Se vale soñar... ¿O no? Saludines

lunes, 4 de junio de 2007

A True Challenge

El pasado miércoles, como cada año, se realizó en diferentes ciudades del mundo el Día del Desafío. A grandes rasgos les puedo decir que es una iniciativa creada en Canadá y organizada actualmente en América por Brasil. Se trata simplemente de romper la rutina y realizar 15 minutos de actividad física (correr, trotar, caminar, lo que sea) en beneficio de la salud. El pasado año apenas me enteré de esta iniciativa y me dio gusto que existiera. Así que participé, pues el instituto de ingeniería (en donde me encuentro) también participó y hasta pude correr unos minutillos en la terraza del instituto. Sin embargo, este año, la desidia se apoderó de todos. No sólo el instituto ya no organizó nada, sino que me tocó ver en la facultad de Química, a dos promotores del día del desafío universitario (que es como se le llama aquí en la UNAM a este día) siendo prácticamente ignorados por los estudiantes. Los promotores simplemente solicitaban voluntarios para que ellos les pudieran enseñar ejercicios de calentamiento, de forma que cuando jugaran soccer (cosa que acostumbran hacer en Química) no se lastimaran. ¿Pues creerán que nadie iba? Yo hubiera participado, pero iba con zapatos y tenia el estómago a reventar (venía de comer =) ). Al final tuvieron que chantajear a unas chavas que iban a participar en el torneo generacional (les ofrecieron que nos les cobrarían el arbitraje) y sólo así participaron (Ver foto). ¡Qué triste que las personas no participen en este tipo de actividades, que son gratuitas y para su propio beneficio! Yo me imagino que esta falta de participación en mi instituto provocó que los organizadores ya no quisieran promover la actividad en este año. Y eso es lo más preocupante según veo: la apatía y falta de participación en muchos aspectos provoca que buenas ideas se queden en buenas intensiones y que después los organizadores ya no quieran perder su tiempo. En fin ¿qué le vamos a hacer? Ojalá que el próximo año haya más participación, pero así como ví las cosas, tal vez ya ni se realice este valioso esfuerzo. El verdadero desafío, más bien, es romper las cadenas de la apatía y la desidia.