Esta vez la recomendación del mes es para una película china del afamado director Zhang Yimou (La Semilla de Crisantemo, Héroe, La Casa de las Dagas Voladoras). La historia se ubica en la China Imperial del siglo X. De hecho, casi toda la acción se desarrolla en la legendaria Ciudad Prohibida, capital del Imperio Chino y residencia oficial del Emperador y su corte. De entrada, esto ya es llamativo, pues se nos presenta una visión del lujo y la suntuosidad casi inverosímiles que tendría esta impresionante construcción, justo en su época de esplendor. Particularmente la exquisitez del Palacio de la Suprema Armonía, residencia oficial Imperial, resulta un festín visual. La disciplina de los trabajadores y miembros de la corte es también para llamar la atención y sobre todo, las ceremonias de respeto a la Casa Imperial. La historia, ya de por sí interesante per se, es aderezada con una intrincada red de secretos ocultos dentro de la Familia Imperial, que poco a poco van embonándose, para estallar el día de la celebración de una de las ceremonias más importantes para el Imperio: El Festival Chong Yang. Los efectos visuales también resultan impresionantes y aunque se camina en el delgado hilo del uso/abuso, creo que la mayoría son justificados. Vale mucho la pena, por lo que recomiendo que se apresuren, todavía está en cartelera. Para los que frecuentan Ciudad Universitaria, esta película será exhibida mañana, en el CUC, a precios populares. Y si no alcanzan a verla en esa oportunidad, aprovechen el próximo fin de semana extendido que tendremos. Bye-bye!
jueves, 26 de abril de 2007
jueves, 19 de abril de 2007
¡Hagan sus apuestas señores!
El tiempo se agota. El posgrado me da como límite junio para titularme. A mi asesor se le acaba de ocurrir que REESCRIBA el primer capítulo de la tesis (sí, a estas alturas del partido). Mi Stress se incrementa a niveles insospechados. No puedo ni dormir bien. Mi estado físico es ya oficialmente deplorable. Me viene a la mente lo dicho por mi querida amiga Sidurti: “Ojalá que ya acabes esa tesis antes de que ella acabe contigo”. Y esa es la pregunta que me da vueltas en la cabeza: ¿Quién acabará a quién? ¿Lograré terminar a tiempo la Holy Thesis? ¿¿O aquella desdichada acabará con el viejo Jishin?? ¿Tendrá este blog un final prematuro y funesto?? ¿¿O dentro de poco podré escribir finalmente buenas nuevas?? Cierren las puertas señores y hagan sus apuestas!! ¿Quién acaba con quién? ¿¿Quién revienta primero? ¿Quién dijo yo? ¡Se vale cruzar apuestas en este recinto! Vamos, vamos ¡Apresúrense! El resultado se sabrá, sooner than later!
sábado, 14 de abril de 2007
Earthquake!
Versión noticiero:
Sismo de 6.4 grados Richter sacude la Ciudad de México, la madrugada del 13 de abril del 2007.
Versión Jishin:
Recién me acababa de acostar (me fui a dormir casi a la medianoche). Pero ya estaba soñando alguna cosa cuando, entre sueños, pude sentir claramente que la cama se estaba moviendo. Abrí los ojos y ví a los dos pequeños gatos ya muy despiertos y mirando muy intrigados a su alrededor (evidentemente, ellos se habían dado cuenta primero). Volteé inmediatamente hacia mi detector de sismos casero (un avión de juguete que cuelga del techo de mi cuarto): estaba balanceándose con gran ritmo. No había ninguna duda: ¡era un sismo! Y uno fuerte, pues al ponerme de pie pude sentir claramente ese balanceo yo mismo. Como pude, me puse unos tenis y al ver que el evento no cesaba, me dirigí a la puerta. Comencé a abrir las cerraduras y en ese momento me llamó la atención que nadie estaba saliendo del edificio “¿Estarán dormidos todos? ¿no estarán sintiendo?” me preguntaba al tiempo que desaceleraba mi prisa por salir. Al mismo tiempo sentí como iba disminuyendo el movimiento. Finalmente había terminado. Me asomé por las ventanas No había nadie. Pero el sismo había sido muy fuerte, por lo que me imaginé que en otras parte de la ciudad se habría sentido mucho peor. “Fue mayor a 6” fue lo primero que me vino a la mente. Me acerqué al reloj de pared de la sala: “veinte para la una”. No me quedaba de otra que regresar a la cama e intentar conciliar el sueño “Sólo espero que haya sido el evento principal y no un premonitorio” dije entre mí. ¡Qué manera de asustarme a mí mismo! Ese pensamiento me quitó el sueño durante varios minutos, hasta que me convencí de que era improbable y además que era ocioso pensar esas cosas y me quedé dormido, tan dormido que no sentí las dos siguientes sismos, que afortunadamente fueron réplicas. Lo último que pensé antes de regresar al reino de Morfeo, fue lo frágiles que somos. Lo pequeños que en realidad somos ante la naturaleza y la facilidad con que olvidamos este hecho. Pero en menos de un minuto, nuestro planeta se encarga de recordárnoslo. ¿Y a ustedes, cómo les fue de temblor?
Sismo de 6.4 grados Richter sacude la Ciudad de México, la madrugada del 13 de abril del 2007.
Versión Jishin:
Recién me acababa de acostar (me fui a dormir casi a la medianoche). Pero ya estaba soñando alguna cosa cuando, entre sueños, pude sentir claramente que la cama se estaba moviendo. Abrí los ojos y ví a los dos pequeños gatos ya muy despiertos y mirando muy intrigados a su alrededor (evidentemente, ellos se habían dado cuenta primero). Volteé inmediatamente hacia mi detector de sismos casero (un avión de juguete que cuelga del techo de mi cuarto): estaba balanceándose con gran ritmo. No había ninguna duda: ¡era un sismo! Y uno fuerte, pues al ponerme de pie pude sentir claramente ese balanceo yo mismo. Como pude, me puse unos tenis y al ver que el evento no cesaba, me dirigí a la puerta. Comencé a abrir las cerraduras y en ese momento me llamó la atención que nadie estaba saliendo del edificio “¿Estarán dormidos todos? ¿no estarán sintiendo?” me preguntaba al tiempo que desaceleraba mi prisa por salir. Al mismo tiempo sentí como iba disminuyendo el movimiento. Finalmente había terminado. Me asomé por las ventanas No había nadie. Pero el sismo había sido muy fuerte, por lo que me imaginé que en otras parte de la ciudad se habría sentido mucho peor. “Fue mayor a 6” fue lo primero que me vino a la mente. Me acerqué al reloj de pared de la sala: “veinte para la una”. No me quedaba de otra que regresar a la cama e intentar conciliar el sueño “Sólo espero que haya sido el evento principal y no un premonitorio” dije entre mí. ¡Qué manera de asustarme a mí mismo! Ese pensamiento me quitó el sueño durante varios minutos, hasta que me convencí de que era improbable y además que era ocioso pensar esas cosas y me quedé dormido, tan dormido que no sentí las dos siguientes sismos, que afortunadamente fueron réplicas. Lo último que pensé antes de regresar al reino de Morfeo, fue lo frágiles que somos. Lo pequeños que en realidad somos ante la naturaleza y la facilidad con que olvidamos este hecho. Pero en menos de un minuto, nuestro planeta se encarga de recordárnoslo. ¿Y a ustedes, cómo les fue de temblor?
sábado, 7 de abril de 2007
Working as undertaker?
No! I’m not working como sepulturero. Aunque esa imagen pareciera decir lo contrario. Turns out, que while checking algunos archivos, encontré esta foto (y algunas otras), y pensé que sería bueno comenzar a compartir con ustedes algunas pictures del recuerdo. En la imagen above, me encuentro trabajando (y ya dije que no como undertaker) en un arreglo para medir vibración ambiental, a las afueras de un pueblito llamado Chicnahuapan, en los límites de los estados de Puebla y Veracruz. Pala en mano, preparo el little hole para introducir un sensor sismológico. It happened on October, 2004, two years and a half ago! Y tal vez sin saberlo, sí estaba trabajando como enterrador, pues en ese entonces tenía muy poco tiempo de pasar por la etapa más difícil de mi vida, y viéndolo metafóricamente, tal vez hasta estoy enterrando no solo un sensor, sino mi vida anterior a esa fecha, que acababa de ser despedazada por el destino. Wow, ¡qué dramático se oyó eso! Tal vez me está afectando la falta de alimento. Mejor me voy a comer algo. See ya soon!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)